CONTRA EL MATRIMONIO GAY
El orgullo gay era el orgullo de ser diferente y de vivir de forma diferente, fuera las normas sociales impuestas por la moral tradicional, el orgullo de ser rebeldes; Sin embargo, según parece, ser rebelde ya no es ir en contra de lo establecido, sino integrarse dentro; y ser tolerante no es respetar las instituciones ya existente (y a los que así las quieren mantener), sino destruirlas, ¡VIVA LA TOLERANCIA!
Con el "matrimonio gay" pasamos de estar con alguien porque así lo queremos a estar por contrato, fichados; y todo ello al antojo de los que se hacen llamar "liberadores de los oprimidos", una panda de seudoprogres, que a falta de metas en su ideario, han decidido que no está de más otorgar regulaciones innecesarias y arcaicas a los gays.
No soy como un hetero, si me follo a un tío no es para formar una familia, ni por amor (¡¡joder que soy un hombre!!), lo hago, sencillamente, porque me gusta, y no quiero integrarme en ese engranaje social de aceptación y "normalidad" a la que nos pretenden llevar a rastras.
Invito a todos los gays a volver a nuestros orígenes; separaos, divorciaos, entregaos a la vida que todos los hombres en realidad deseamos por naturaleza, homos y heteros. Permitid a que Mariano rompa la ley del matrimonio entre homosexuales, y que se jodan todos esos acomplejados que tan solo desean esta absurda pantomima por el ansia de aprobación social, algo innecesario y, si me lo permiten, de nenazas. Prefiero estar fuera de las legislaciones, eso es ser rebelde, ir en contra del pensamiento general, sin ataduras.
3 comentarios
Pavelo -
Referirse al hecho de querer vincularse con otro como un acto de "nenazas" es un acto no de rebeldía, sino de intolerancia. Por otro lado, se habla de "hacer lo que todos deseamos". Vaya, ¿qué es eso que todos deseamos? Me parece demasiado categórico que expreses unanimidad de deseos, cuando sólo supones que todo el mundo desea lo que tú.
A pensar más y descalificar menos.
Luis -
armando1991 -